Restaurante
brasa Gipuzkoa
Una historia que sabe a mar
Si buscas un restaurante de brasa en Gipuzkoa donde la calidad y la tradición se unan en cada plato, Nicolasa Jatetxea es tu destino ideal. En nuestro asador, cada ingrediente se cocina con carbón de encina de la mejor calidad, garantizando un sabor auténtico e inigualable.
Un lugar que grita tradición. Aquí, donde Víctor Hugo se quedó embelesado, nosotros hacemos magia con la parrilla. La historia de nuestro restaurante comienza con el amor por los productos de calidad y el deseo de compartir la auténtica cocina vasca. No somos un restaurante más; somos un viaje al pasado, con cada bocado, cada chispa del carbón de encina que baila en la parrilla.
¿Quién necesita un destino cuando el viaje es tan sabroso?
Compromiso con la
Calidad
Nuestra parrilla es el corazón de la cocina, donde transformamos los productos más selectos en verdaderas joyas gastronómicas. Desde un buen chuletón a la brasa hasta los mejores pescados de Gipuzkoa. Todo ello homenajeando la cocina vasca tradicional, donde cada bocado es una experiencia que te transportará a los sabores más puros del territorio.
Cada pescado, cada marisco, cada corte de carne se selecciona con precisión. ¿Por qué? Porque nuestros clientes merecen lo mejor. Nos tomamos muy en serio la materia prima. Sin excusas, sin atajos. Todo a la brasa, todo a la parrilla.
Un equipo que hace historia
Cada miembro es una pieza clave en esta máquina bien engrasada.
Desde el chef que mima cada plato hasta el camarero que te recibe con una sonrisa. Aquí no solo servimos comida; creamos experiencias. Nuestro equipo vive y respira la cocina vasca, y eso se nota.
Ubicados en Pasajes, Gipuzkoa, en Nicolasa Jatetxea hacemos de la parrilla un arte, respetando la esencia del producto y potenciando su sabor con el mejor carbón.
Ven a disfrutar de una cocina de fuego, aroma y pasión. ¡Reserva ahora y descubre por qué somos el mejor restaurante de brasa en Gipuzkoa!
Un Espacio
hecho para ti
Desde las paredes que susurran historias de pescadores hasta las luces que crean una atmósfera acogedora. Aquí, el ambiente te atrapa, y la vista te deja sin aliento.
Estamos justo enfrente de la casa de los Miranda y la casa de Víctor Hugo.
Un lugar que invita a la reflexión, a compartir, a disfrutar.